Un informe de la comisión honoraria para la protección de los indios redactada por Lorenzo Galindez, Ramón Portal y Bialet Massé denunciaba en 1924 que "...tenemos establecimientos de empresas particulares donde el indio trabaja de sol a sol, sin descanso, mal alimentado, casi desnudo, durmiendo sobre la paja llena de piojos...los indios están directamente bajo la acción de un contratista, que los maneja como bestias, y que después de hacerlos trabajar todo lo necesario, los despide, dándoles unos trapos viejos, algún burro o buey que ya no sirve y algunas monedas...hubo patrones que pedían a las compañías ferroviarias vagones de hacienda, donde hacinaban y encerraban a los indios..." Citado por Vidal Mario, en Napalpí, la herida abierta, (p. 27)
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